EL MERCADER DE VENECIA
William Shakespeare
Este libro lo compre en la pasada feria internacional del libro (fil) en la cuidad de Guadalajara, es muy pequeñito, pero de gran contenido, solo consta de 121 paginas, la historia es la siguiente:
Algunas frases del libro:
[...] Soy un judío. ¿Es que un judío no tiene ojos? ¿Es que un judío no tiene manos, órganos, proporciones, sentidos, afectos, pasiones? ¿Es que no está nutrido de los mismos alimentos, herido por las mismas armas, sujeto a las mismas enfermedades, curado por los mismos remedios, calentado y enfriado por el mismo verano y por el mismo invierno que un cristiano? Si nos pincháis, ¿no sangramos? Si nos cosquilleáis, ¿no nos reímos? Si nos envenenáis, ¿no nos morimos? Y si nos ultrajáis, ¿no nos vengaremos? Si nos parecemos en todo lo demás, nos pareceremos también en eso...
[...] Soy un judío. ¿Es que un judío no tiene ojos? ¿Es que un judío no tiene manos, órganos, proporciones, sentidos, afectos, pasiones? ¿Es que no está nutrido de los mismos alimentos, herido por las mismas armas, sujeto a las mismas enfermedades, curado por los mismos remedios, calentado y enfriado por el mismo verano y por el mismo invierno que un cristiano? Si nos pincháis, ¿no sangramos? Si nos cosquilleáis, ¿no nos reímos? Si nos envenenáis, ¿no nos morimos? Y si nos ultrajáis, ¿no nos vengaremos? Si nos parecemos en todo lo demás, nos pareceremos también en eso...
Ya que exiges justicia, ten por seguro que hoy aquí tendrás más de la que deseas.
Pero cuando este anillo abandone este dedo, que me abandone la vida, y atreveos a decir que Bassanio ha muerto.
Pero enfrentadme a la fortuna, y a los cofres. —Adelante, estoy presa en uno de ellos.
Me llamásteis perro sin tener ningún motivo, pues ya que soy un perro temed por mis mordiscos
Me llamásteis perro sin tener ningún motivo, pues ya que soy un perro temed por mis mordiscos
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